Un catalán, en el sitio de Cristiano Ronaldo

viernes, 19 de diciembre de 2008

Ramón Calderón hipotecó la planificación deportiva del Real Madrid por un sueño imposible y un capricho caro: Cristiano Ronaldo. Bernd Schuster despreció la cantera –a Huelva no convocó a nadie del filial pese a no completar el banquillo– y ni siquiera se acercó por Valdebebas. En cambio, a Juande Ramos le bastó un día como entrenador madridista para dar una oportunidad a uno de los nuevos valores del Castilla, Miguel Palanca, nada más y nada menos que en el Camp Nou.

El hijo del ex delantero del Espanyol y del Nàstic ya había disputado unos minutos en Primera de la mano de Ernesto Valverde, en abril del 2007 en el Sánchez Pizjuán, pero su actuación ante el Barça le ha catapultado definitivamente al primer equipo madridista. Palanca llegó el pasado verano al Castilla después de que el Espanyol descartara su renovación. Lo hizo de la mano de Rafa Monfort, ex secretario técnico blanquiazul y que actualmente trabaja para la casa blanca. Firmó por tres años con el Real Madrid, que recientemente le ha mejorado el sueldo y, aunque mantendrá ficha del filial, le ha hecho contrato profesional.

En el sitio que estaba reservado para Cristiano Ronaldo, el extremo catalán demostró que si Schuster jugó sin banda derecha fue porque le dio la gana. Y si Calderón se empeñó en el portugués fue porque Michel tenía razón y el presidente, como el alemán, pasa de la cantera. Juande, que tenía buenos informes, decidió darle la alternativa en el mejor escenario posible. Y Miguel Palanca no le defraudó.