viernes, 19 de diciembre de 2008
El portugués Cristiano Ronaldo tratará de coronar en el Mundial de Clubes de Japón, donde su equipo, el Manchester United, debuta el jueves en semifinales en Yokohama contra el Gamba Osaka japonés, un año fantástico.
Después de ganar la Premier League, la Liga de Campeones europea, el Balón de Oro como mejor jugador de Europa y ser el favorito para llevarse el 12 de enero el premio de la FIFA como futbolista del año, un título en el Mundial de Clubes sería la guinda del pastel de un gran año 2008.
Sólo la eliminación de la selección portuguesa a manos de Alemania, en cuartos de final de la Eurocopa, puso una sombra a una campaña espléndida para el luso.
"Cristiano Ronaldo mostró desde el primer día cualidades, carácter y valentía. Todo lo demás lo ha conseguido practicando, practicando y practicando. Su ascensión se ha visto en el número de goles que ha marcado, que ha ido aumentando hasta los 42 de la última temporada", afirmó este miércoles su técnico, Alex Ferguson, en rueda de prensa.
Cristiano Ronaldo ha mostrado en todas las entrevistas previas al torneo su de deseo de ganar este título para cerrar el año.
"Estoy muy contento de tomar parte en el torneo que decide el mejor club del mundo. Quiero ganarlo. Sería un gran honor para el club y para mi carrera si lo logramos", afirma Ronaldo en una entrevista en el programa oficial de la competición.
El portugués sabe que una buena actuación en el Mundial de Clubes crearía una gran pasión en Japón y en Asia hacia su fútbol.
"Quiero marcar el mayor número de goles posibles y guiar al equipo a la victoria. Espero mostrar a los aficionados japoneses mi fútbol. Quiero ganar este título. No venimos de vacaciones, queremos hacernos con el título de mejor club del mundo. Tenemos una buena oportunidad", señala.
Cristiano Ronaldo, que ha marcado 255 goles con el Manchester United, 42 de ellos la pasada campaña, llegó hace cinco años al equipo inglés, después de que el 6 de agosto de 2003, en la inauguración del nuevo estadio Alvalade, maravillara en un amistoso a los Red Devils, con su equipo, el Sporting de Lisboa.
En el avión de vuelta, los jugadores del Manchester United pidieron a Alex Ferguson quye fichara a aquel joven de 18 años que los había vuelto locos, en un partido que el equipo lisboeta ganó por 3-1.
Cuando llegó, tras un pago de 18 millones de euros, pidió el número 28, el que llevaba en el Sporting. "Te voy a dar el 7", le dijo el técnico escocés, el mismo dorsal que habían llevado las grandes glorias del club George Best y David Beckham.
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