viernes, 28 de noviembre de 2008
El Villa no le teme a ningún equipo. Se olvidó eso de que, contra los gigantes de la Premier, basta con arañar un empate y salió a buscar los tres puntos. Esos mismos tres puntos que le arrebató al Arsenal de una manera categórica y que no se pudieron conseguir ante el United por el mero motivo de la suerte.
A su vez, el United sintió la falta del búlgaro Dimitar Berbatov en la ofensiva y, al no ofrecer una actitud muy agresiva, permitió que los laterales rivales se proyectaran, sin dejar expuesta su portería.
El primer tiempo encontró a los dirigidos por Sir Alex Ferguson sin encontrar los espacios y sin lubricar su dinámica. Cristiano Ronaldo se redujo a un gran tiro libre en el minuto 37 que se fue muy cerca del palo, mientras que la llegada más peligrosa estuvo a cargo de Carlos Tevez, que desperdició un mano a mano ante la salida de Friedel.
A su vez, el local amenzaba con sus dos grandes figuras: Ashley Young, intratable en los tres cuartos de campo de juego. Mientras, Agbonlahor demostró en cada minutos las cualidades que lo justifican como uno de los convocados a la Selección Inglesa.
En el complemento se repitieron los comportamientos. El United con la posesión de la pelota pero sin atentar contra la portería rival. Mientras, el Villa esperaba por su chance, y cerraba los espacios. Sabía que su contraataque es demasiado potente y que podría resultar un arma letal.
Pero el resultado jamás se modificó. Van der Sar salvó un balón de gol frente a Agbonlahor, a los 74 minutos y no hubo mucho más.
De esta manera, el Manchester United desperdició la oportunidad de recortar distancias con los líderes Chelsea y Liverpool y el Villa dejó de ser una sorpresa para convertirse en realidad.
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