jueves, 13 de noviembre de 2008
Alex Ferguson se sale con la suya y revestirá de oro a Cristiano Ronaldo con tal de hacer absolutamente inviable su marcha al Real Madrid. Ni ahora, ni en verano ni nunca. El técnico de los ‘red devils’ está dispuesto a hacer lo que sea necesario para acabar de forma definitiva con las especulaciones que lo vinculan con el club madridista y, sobre todo, con el acoso al que le está sometiendo Ramón Calderón desde hace más de un año.
Jorge Mendes, representante del jugador, está negociando con el Manchester United una monumental mejora de contrato del portugués, que en cuanto se firme pasará a ser el futbolista mejor pagado del mundo, sólo por detrás del interista Zlatan Ibrahimovic (12 ‘kilos’ al año).
Ronaldo percibe en su vigente contrato, que expira en el 2012, 125.000 euros a la semana (así se paga en Inglaterra) pero Mendes estaría tratando ya con los dirigentes del Manchester United un aumento de casi el 50%, ya que de cerrarse el acuerdo el futbolista percibiría 10’5 millones limpios por temporada (207.500 euros semanales).
Ferguson ha hecho saber a los dirigentes del club que el Real Madrid volverá a la carga por el portugués y que si no se le ofrece una contraoferta correrán el riesgo de que acabe cediendo a los cantos de sirena procedentes del Santiago Bernabéu. David Gill, director ejecutivo, se había mostrado hasta ahora inflexible y había rechazado cualquier posibilidad de subirle el sueldo a un futbolista que él considera muy bien pagado. Sin embargo, la mano derecha de la familia Glazer, propietaria de la entidad, se ha acabado de convencer de que para retener a uno de los mejores futbolistas del mundo no hay más remedio que rascarse mucho el bolsillo.
Gill era reacio porque hace sólo año y medio, en abril del 2007, Ronaldo ya fue beneficiado con una sustanciosa mejora salarial al renovar su contrato por cinco temporadas, a razón de 6,5 millones de euros por cada una de ellas. Pero el acoso del Real Madrid y la insistencia de Ferguson han llevado al directo ejecutivo a sentarse a negociar, una vez más con Jorge Mendes.
La única contraprestación que exige Gill para enriquecer aún más la cuenta corriente del delantero portugués es que a cambio acepte prorrogar la duración del contrato. Sólo entonces, Cristiano Ronaldo comenzará a cobrar 170.000 euros por semana. El jugador, sin embargo, prefiere no tocar la duración del contrato actual (2012), ya que sigue teniendo la sartén por el mango.
Si el United fracasa en su intento de ampliar el contrato de Cristiano Ronaldo –se han dado un plazo de aquí a final de temporada para cerrar el acuerdo–, corre el riesgo de perder a su estrella en junio del 2010. Hasta entonces, el portugués podrá rescindir unilateralmente su vinculación por una cantidad cercana a los 15 millones de euros si decide acogerse al polémico artículo 17 del Reglamento sobre el estatuto y la transferencia de jugadores. Dicho artículo establece que cualquier futbolista mayor de 23 años y menor de 28, pagando una indemnización fijada por la FIFA, podrá rescindir unilateralmente y sin causa justificada el contrato con su club, siempre que esté en el tercer año del contrato que firmó. Esa es la única esperanza que le queda al Real Madrid, aunque los grandes clubs europeos acordaron recientemente no utilizar esa estrategia para llevarse a un jugador sin el consentimiento de su club.
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