El 2008 de Cristiano Ronaldo fue demasiado para Messi

martes, 20 de enero de 2009

Cristiano Ronaldo le ganó a Messi el premio de mejor futbolista de 2008 y el manual de excusas podría tener varias páginas... Que la FIFA siempre nos juega en contra. Que Pelé, el que entregó ayer la estatuilla en la Opera de Zurich, es antiargentino. Que el Manchester United lo ayudó más a Ronaldo que lo que el Barcelona lo hizo con Messi. Que, si bien los votos fueron de los entrenadores y los capitanes de 155 selecciones del mundo, en la votación popular la gente se inclinó por Messi: 48,18% contra 35,83%. Que la Pulga, que el año pasado también quedó segundo (detrás de Kaká) y que ganó el oro olímpico en Beijing, tarde o temprano será elegido mejor del mundo... Cuestiones, claro, muy discutibles. Lo que no se discute es que este premio a Cristiano Ronaldo fue lógico y estuvo más que bien otorgado...

El portugués que cumplirá 24 años en febrero (Messi tiene 21) recibió 935 votos contra 678 del argentino, 203 de Fernando Torres, 183 de Kaká y 155 de Xavi Hernández. Esos 257 votos de diferencia hicieron que el premio fuera para el delantero del Manchester United, equipo que, con él como abanderado, ganó todo en 2008: la Champions League, la Premier inglesa, el Mundial de Clubes y la Community Shield, marcando 42 goles en 48 partidos.

"Es un momento muy especial. A mis papás y hermanos, que vayan prendiendo los fuegos artificiales; a mis compañeros de equipo, mi agradecimiento: sin ellos no podría haber ganado esta cosinha", dijo Cristiano. El mismo que en 2005 había perdido el Golden Boy (premio al mejor juvenil de Europa) y que, en la premiación de la FIFA 2007, quedó tercero, detrás de Kaká y de Messi.

La carrera para ver cuál de los dos -portugués o argentino- será el rey del fútbol mundial se largó hace un tiempo. A los dos, por talento, les da el cuero. Ambos, en este deporte/negocio, mueven millones: Messi es Adidas y Ronaldo, Nike. Uno y otro, cada cual a su manera, tienen carisma. Cristiano Ronaldo es pura explosión y su vanidad les pone los pelos de punta a varios. El buenazo de Lionel, desde su apichonada manera de ser fuera de la cancha, despierta cariño en la gente. Por eso, entre los votantes del público por internet, le ganó la pulseada a Cristiano.

Pero los entendidos, claro, no pudieron evitar dejarse llevar por el gran año del electrizante portugués. Maradona y Mascherano, DT y capitán de Argentina, eligieron en primer lugar (vale aclarar que no podían votar por un compatriota) a Cristiano Ronaldo. El de la gambeta endiablada; el que venía de ser consagrado con el Balón de Oro que otorga la prestigiosa revista France Football.

Messi tuvo un gran 2008 también, pero el Barça no ganó nada y eso le jugó en contra. Sus tres goles ante el Atlético y su buena actuación ante el Osasuna llegaron tarde, ya con la votación cerrada.

"Salir segundo no fue una decepción y hay que hacer méritos para volver el año que viene. Me lo esperaba, no lo niego, y cuando sabés que no ganarás, hay que poner la mejor cara para las cámaras. Para ganar este premio será importante obtener títulos con el Barcelona porque termina pesando mucho lo colectivo", dijo Messi, quien elogió al ganador: "Se lo merece ya que es un gran jugador".

Luego de premiar a la brasileña Marta como mejor jugadora del año, al escenario de la Opera de Zurich subieron los cinco candidatos al FIFA World Player: todos vestidos de negro (el argentino, además del traje, tenía hasta la camisa de ese color), fueron apareciendo Kaká, Messi, Cristiano Ronaldo, Fernando Torres y Xavi Hernández. Cada cual en su idioma, dijo unas pocas palabras. A Lionel se lo notaba algo nervioso y a Ronaldo, por demás de confiado.

Antes de entregar el premio a las 18.10 de Buenos Aires, Pelé contó que en 2007, tras distinguir a Kaká, le dijo en el oído a Cristiano que este año lo ganaría. Dicho y hecho... Sabiendo que algún día esa estatuilla será por fin argentina, Messi abandonó rápido la alfombra roja: el presidente Laporta lo subió a su avión para regresar enseguida a Barcelona. Y se fue, otra vez con las manos vacías pero sin mucha tristeza. ¿Acaso Pelé le habrá susurrado algo al oído...?